De sirenas y otras historias...

...Érase una vez, hace algún tiempo ya, una niña con un vestido lila. No era un vestido cualquiera, no. Era un vestido solitario, aburrido y sin demasiados amigos de su mismo tipo. Un día, la mamá de la niña se acordó de ese vestido, viéndolo tan mustio en el armario, y pensó en buscarle su media naranja, su alter ego, alguien que se complementase a la perfección con él, de esos amores de los que cada vez quedan menos. Así que cogió el ordenador de las urgencias para vestidos abandonados, y envió un e-mail a yacosoyoporti explicando lo gravísimo de la situación.

   Desde la central se pusieron manos a la obra:

   Unos gritaban: "¡plumas violetas! ¡pintura para telas! ¡raso! ¡pinceles!..."
   Otros decían: "¿Para quién es? ¿Para quién es?"
   Y otros contestaban: "Para una niña de nueve años, así que ponedle un botón bien resistente, cosido, para que cuando un balón traicionero rebote sin querer en la diadema, esta siga intacta..."

Y en un nada por aquí-nada por allá, una sirena emergió de los mares más azules y se convirtió en la mejor amiga de ese vestido que, ya en los tiempos de Maricastaña, pedía en silencio un poquito de alegría.

La gata sobre el tejado de zinc

Me encuentro ahora mismo haciendo otra de nuestras diademas de gato. La verdad es que han tenido bastante éxito y ya ha salido de nuestra "factoría" algún que otro gato maullante. Y esta que me han pedido esta vez es para una comunión, para hacer juego al parecer con un vestido rojo.

Me gusta mucho esta diadema, porque el rojo de las plumas (que al ser de lunares quedan muy resultonas) llama mucho la atención sobre cualquier color de pelo.

Además, el camafeo es extraíble, lo que quiere decir que se puede utilizar como chapita en cualquier momento, simplemente desmontándolo de la base de la diadema con mucha facilidad.

Os ponemos unas fotos para que veais como es.

Y esperamos que la dueña arrase con nuestro complemento :)

Galicia Calidade...

...o eso buscaba su dueño cuando nos dijo: "Quiero algo muy Gallego, un recuerdo de aquí. Aquí se está muy bien, y quiero algo que me haga recordar eso".

Estas zapatillas eran para un regalo, al parecer muy especial. Alguien de Madrid que dio con sus huesos en Galicia y que descubrió que sí, que esto es otro mundo. Un regalo para Mar, que como colofón final dijera un "Yo, mi, Mar, contigo". Algo diferente, un cariño.

Cuando empezamos a diseñar la idea, andábamos bastante perdidos. Su dueño nos dio algunas pistas: la Torre de Hércules, una chica en bikini, una playa, un dálmata... Bueno, visto así, parecía que todo tomaba sentido. Solamente faltaba el interior, así que intentamos convertir parte del folclore típico en cómic, haciendo que A Virxe de Guadalupe sea una pin up y a Carolina una verdadera descerebrada (¿a quién se le ocurre ponerse gorro y bufanda con el calor que hace?).

En fin, os enseñamos una parte de nosotros, que se ha ido con estas zapatillas rumbo a Arteixo. Y decimos "una parte de nosotros" no solo por la cantidad de trabajo que llevan, sino porque hemos puesto todo nuestro alma en mostrar un cachiño de Galicia desde nuestro punto de vista.

Quizá en algún momento las zapatillas sean morriña. ¿Quién sabe?

El toque final...

Últimamente hemos tenido algunos pedidos de cajas personalizadas (que iremos subiendo próximamente).
Lo que más me gusta de las cajas personalizadas es que le dan el toque final a ese regalo especial. Como el bis de un concierto, o como un helado después de una buena comilona.
Nuestras cajas están pintadas totalmente a mano. Es bonito ponerse a ello, leer mails que explican que es para tal o cuál persona, a la que le gusta esto o aquello.
La verdad es que confieso que soy una enamorada de los paquetes de regalo originales. Creo que un buen regalo es un acierto, pero que como en todo la primera impresión es lo que cuenta, así que tal vez por eso me alegre poder imaginar la cara de quien arranca el papel de colores y abre la tapa pintada.

Os enseño la foto de la cajita que hicimos para Fátima, a quien al parecer le gustan las hadas y que, como ya es una chica de nueve años, su hada tiene que ser un poquito menos ñoña.

Espero que os guste :)

¿Y si en vez de planear tanto...

...voláramos un poco más alto?

Os presentamos la nueva creación de Ya coso yo por ti. 

Nos han encargado unos tenis de Mafalda tipo Victoria para un cumpleaños, y tratándose de Mafalda todo hace el triple de ilusión.
La verdad es que nos gusta mucho Mafalda, y pintada en unos playeros de verano queda ideal.
Hemos entregado el pedido ayer, y hoy nos ha llegado un mensaje diciendo que han tenido mucho éxito. Y nosotros felices y contentos! :)

El problema es que ahora tengo ganas de unos para mí, y no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar sin coger lápiz y pincel y hacerme unos similares... (me da a mí que no aguantaré demasiado).

Os enseñamos las fotos que hemos sacado de estos playeros, espero que os parezcan bonitos y originales.

De mayor quiero ser...

Yo siempre quise ser profesora. Aunque luego pasé por la etapa de astronauta, abogado, peluquera, astronauta otra vez, diseñadora de moda (de alta costura, por supuesto), y luego otra vez profesora.

Este pedido se va para alguien de Coruña que de mayor quiso ser enfermera. Espero que le guste, la verdad.

Me encanta hacer broches de profesiones. Lo curioso es que yo todavía no tengo un broche de mi propia profesión, así que habrá que ponerse las pilas y coger la aguja y el hilo para dedicarme unos minutos a mí misma.

Escuela de magia Ana Tamariz...

...Érase una vez...

...hace algún tiempo ya, que nos llegó un pedido muy especial. Era de la Escuela de Magia de Ana Tamariz, y venía a decir que después de ver en nuestra página de facebook nuestros trabajos le gustaría hacer un regalo muy especial a su padre, y contar con nosotros para ello.

 

Por supuesto, los gritos de júbilo fueron escuchados en la China: 30 Juan Tamariz algo distintos entre sí. Que si uno con jersey azul, que si otro con camisa roja o blanca. Que si uno sentado con la mano apoyada en la cara, que si uno de pie con su violín invisible. Que si unos con sombero negro, que si unos con sombrero violeta. Que si unos llaveros, que si otros broches. 

 La verdad es que fue laborioso, pero lo cierto es que en el equipo de Ya coso yo por ti somos grandes admiradores del señor Tamariz, así que la ilusión por hacer el trabajo fue inmensa... y ya se sabe que las cosas hechas con cariño siempre se hacen mejor. Cuando enviamos el pedido no nos lo podíamos creer: todos los Tamarices embolsados, en su cajita ilustrada, rumbo a Madrid. Todos y cada uno de ellos, puntada a puntada, tijeretazo a tijeretazo.

Y uno de recuerdo, para mí. Para nosotros.